El año pasado tuve la ocasión de pasar con un amigo a una exposición de ilusiones ópticas en el centro de Madrid, y me pareció bastante divertido. Lo más interesante es cómo se puede engañar al cerebro con trucos muy sencillos, como esta imagen que tenemos a la derecha del texto, la cuál está totalmente inmóvil pero cuando la miramos vemos cómo empieza a girar. En esencia, nuestro cerebro solamente puede centrarse en un objeto, así que cuando se presentan varias formas en una sola imagen se genera confusión y esto lleva a una percepción distinta de lo que tenemos delante.
