En mayo del 2015, mientras me preparaba para un examen de inglés de Cambridge, sucedió algo inesperado. Era un sábado y como cualquier otra vez llegué a Horcajo de Santiago desde Madrid.
Entonces, al acercarme con mi familia al chalet adosado que allí tenemos, apareció caminando un perrito pequeño. Sin pensarlo dos veces, como parecía que estaba solo, decidí quedarme con él. A los pocos días, lo adopté.
Ha sido sin duda una de las mejores decisiones que he podido tomar en mi vida, estos animales lo son todo para mí.
Tuco es un perrito mestizo muy cariñoso y muy sociable. Disfruta mucho de la compañía humana y los mimos son su vicio. Ahora, ya en 2019, año en el que escribo esta entrada, son ya prácticamente 4 años los que él lleva aquí conmigo.
Comparto con vosotros algunos de los mejores momentos que hemos pasado juntos y en perfecta conexión:
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| Tuco y yo, el año de su adopción, jugando en el patio de la casa. |
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| Tuco atravesando las montañas, en la primavera de 2017. |
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| Tuco esperando a su paseo de rutina pacientemente. |
